lunes, 2 de abril de 2018

PALABRAS MÁGICAS

Visualizad la siguiente escena, más que frecuente en España: Adulto acompañado de un niño, algún conocido le obsequia con algo y, acto seguido, casi sin darle margen de reacción al pobre, el primero le dice al segundo: "¿Qué se le dice al señooor?". O esta otra, también un clásico: el mismo niño que se nos acerca a pedir algo y, antes de dar la respuesta, les preguntamos con ese típico tono de majetes con rintintín: "¿Cuál es la palabra mágicaaa?", "¿Cómo se piden las cosaaas?"...   Pues yo no sé si a los niños de aquí les dieron tanto la murga que lo interiorizaron profundamente o que vienen con un gen que los nuestros no tienen, la cuestión es que en este país la gente es exageradamente educada, son de un "polite" que ni los ingleses de más alta alcurnia. Vamos, lo que yo llamo la cortesía llevada al extremo.

La primera situación que viví que me hizo darme cuenta, fue cuando nos presentamos a la vecina de al lado. Nuestra casa y la suya están separadas por unos pequeños matorrales y de pronto oímos a los niños: "Konnichiwa!" y que venían corriendo en plan avergonzados porque, a parte de eso, no saben decir mucho más. Nos acercamos y mi marido, en su perfecto japonés, nos presentó y les explicó que veníamos de España (eso lo entendía, porque España en japonés se dice "Supein", así como in English) y un poco nuestra situación, las edades de los niños etc. La cuestión es que cada tres palabras, la japonesa se inclinaba y mi marido se inclinaba también y, en la frase siguiente, de pronto él se inclinaba y ella respondía con el mismo gesto y así todo el rato: pa'rriba, pa'bajo, pa'rriba, pa'bajo sin parar. Y yo como una tonta, sin entender nada y por miedo a que me tomaran por maleducada, cada vez que uno hacia la dichosa reverencia ¡pues yo también!, ¡venga movimiento de cabeza y de torso! Y si mi marido me señalaba o había contacto visual con la japonesa, balanceo al canto. Al final llevaba un mareo que pa'qué... Así que al acabar la mareante conversación le pedí que me dijera el porqué de tanto vaivén y me explicó que cada vez que se presentan, saludan, se despiden, se disculpan, dan las gracias o piden algo, se inclinan... Vaya, que se inclinan por todo y para todo. Cuando tenga el máster de cuántos grados hay que inclinarse para cada cosa, ya lo compartiré con vosotros. De momento mi hija de 1 año ya ha interiorizado que si alguien le saluda, ella agacha la cabeza muy educadamente, ¡alucino!

Otro día, en el metro, el conductor se disculpó por megafonía por un retraso de 2 minutos, ¡2 minutos! Eso en Valencia se considera llegar en hora. Las ambulancias, cuando van con la sirena puesta y adelantan a un coche, dan las gracias por el altavoz😳. Y, como dato curioso, ayer en el buzón teníamos un papelito que había dejado la policía en el que nos informaban que había pasado el coche  patrulla la tarde anterior y que podíamos estar tranquilos, que no habían visto nada sospechoso, ¡no se puede ser más considerados!👇👮🚔

 

Con el poco tiempo que llevo aquí, supongo que lo que he visto es sólo la punta del iceberg pero "Lo siento", "Por favor" y "Gracias" son las 3 palabras que más he oído de momento. Para el que quiera aprovechar y aprender algo de Nihongo (que es como se dice japonés en japonés): "Sumimasen" es lo siento, "Onegaishimasu" o "Kudasai" es por favor y "Arigato"/"Arigato gozaimasu"/"Domo arigato gozaimasu" es gracias, dependiendo de lo formal del asunto. Yo ya he aprendido a decirlo siempre que hay ocasión, que me siento embajadora de los buenos modales españoles, lo que tengo que pulir es el tono cantarín: "Aarigatoooo gozaimassssu!" y a la reverencia ya le voy cogiendo el tranquillo: cada vez que me lavo los dientes practico, que con lo bajita que está aquí la pila, tengo que agacharme 90º para enjuagarme la boca.

Mi amiga Susana (¡Hola, Sus!) siempre decía que si utilizas en exceso algunas palabras, pierden su valor ... Por un lado pienso que está fenomenal que sean tan educados y correctos, pero por otra me planteo: si todo es apariencia, si es una mera formalidad, ¿tienen verdadero sentido hacerlo o pierde su esencia?

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