EMBARAZO

Bueno, inauguramos esta sección del blog que, como proponía mi primo, bien podía haberse llamado "Una fallera con kimono de embarazada", donde iré agrupando las entradas que haga contando mi experiencia de embarazo y parto en la Tierra del Sol Naciente. ¡Allá vamos!:
  1. 16/10: Recibiendo la buena nueva. Igual que en España, la noticia de que la familia crecía nos la dio un predictor de los de toda la vida que, aunque con kanjis initeligibles para mí, seguía el mismo patrón de "una rayita= negativo", "dos rayitas = positivo", por lo que no quedaba lugar a dudas. 
  2. 29/10: ¿Y ahora qué? Pues bien, aquí no vale con que te hayas hecho el test en tu casa, si no que, para que el embarazo sea "oficial", tienes que irte a una clínica ginecológica a que comprueben mediante ecografía que, efectivamente, el baby existe (se considera embarazo desde el momento en el que se aprecia el latido del corazón) y te hacen un informe confirmando tu estado de buena esperanza. Así pues, allí que nos fuimos. La primera diferencia gláctica, es que aquí el "potro" (mira que me gusta poco el nombrecito), es electrónico, y tú te sientas mirando a la pared y de pronto, cual robot futurista, el asiento se eleva, se gira hacia donde está el doctor, te tumba y mueve lo que sea necesario para, por decirlo sutilmente, "colocarte en posición". Entre el médico y tú hay una cortina, ya que los japoneses son muy pudorosos (intrigada estoy de si el parto también me lo van a atender con velo por el medio o qué), pero en el techo hay una pantalla para que puedas ver la ecografía sin problemas. En la primera visita te dan un pequeño álbum para que puedas ir poniendo las ecos que te hacen, ¡si es que son de un detallista! ¡Ah! Se me olvidaba: las clínicas ginecológicas son rosas rosísimas: paredes, cortinas, camillas...¡todo! Ellos no hacen problema con lo de rosa-chica/azul-chico. 
  3.  08-11: Formalizando el asunto. Como decíamos, para poder iniciar los trámites de revisiones etc. y que conste oficialmente el embarazo, hay que dirigirse al Ayuntamiento. Los funcionarios que te atienden son lo más paciente y servicial que me he encontrado en la vida. Lo primero, después de darte la enhorabuena y preguntarte cómo te encuentras (son majos, ¿eh?), te aclaran punto por punto qué debes de hacer. Te dan la cartilla, que es cartilla de embarazo y de salud infantil, todo en uno; miles de millones de papeles informativos, que van explicando tranquilamente; un talonario con 12 cheques descuento de diferentes cantidades, ¡importante! Aquí toda la salud va por seguro médico, pero el embarazo, al no considerarse enfermedad, sino capricho del matrimonio (alucina), no entra en el seguro, y es una pasta gansa cada visita y el parto, así que tienes que proteger con tu vida ese talonario, es lo que puede salvarte de la ruina, ya que si lo pierdes te dejan claro que no te dan otro. Por último, pero no menos importante (¡Ays!, me encanta😍), te hacen entrega del "identificador de embarazada", un llaverito de lo más cuqui, para que te lo pongas en el bolso y los demás sepan de tu estado de buena esperanza, para cederte el sitio en el metro y cosas así. En él se puede leer la frase: "Hay un bebé en mi barriga".

    ¡¿Es ideal o no?! En resumen, que la chica del Ayuntamiento nos dedicó aproximadamente 50 minutos de su tiempo a nosotros solitos. Ahora, madres del mundo, flipad un poquito: Entre los ochocientos cincuenta y cuatro mil novecientos treinta y seis papeles, me llamaron la atención varios de los servicios que ofrecían para cuando das a luz: Por una parte, un cheque para revisión dental gratuita. No sé a vosotras pero, aunque yo, dado mi histórico dental catastrófico, me he hecho siempre revisión en el primer trimestre, nunca ha sido porque me lo aconseje el médico o la matrona, y el resultado de mis 4 embarazos (además de 4 preciosos hijos), han sido 4 puñeteras desvitalizaciones dentales con sus respectivas fundas y desembolso al canto, así que me parece súper acertado que aquí te repitan por activa y por pasiva que visites al mejor amigo del Ratoncito Pérez. Y por otra parte (y aquí es donde vais a alucinar), una hoja donde te informan que, después de dar a luz se te hará entrega de hasta 20 cheques de 1500¥ (unos 12€), para que los puedas utilizar en los siguientes servicios: Asistencia en tareas domésticas, preparación de comidas, lavado de ropa, limpieza y organización del hogar, compras (especifica que "para las necesidades diarias", no puedes mandar al ayudante de turno a hacerte una compra en Ikea), cuidado de niños y asistencia en el transporte de los niños al colegio/guardería. ¿¿Cómo te quedas?? Igualito que en España, vaya. Y, como guinda del pastel, tienen el "Sistema de apoyo a la crianza de Yokohama", donde te cuidan al niño o lo recogen de la guarde si tienes "eventos, ceremonias, visitas al hospital, al trabajo o SI NECESITAS TIEMPO PARA TÍ MISMA"!! Anonadada me hallo.
  4. 17/11: 1ª visita al hospital. Aquí la mayoría de la gente da a luz en clínica privada (aclarar que el hospital también es privado, solo que el coste es menor), pero nosotros elegimos ir al hospital pensando en que estarían más preparados de cara a cualquier dificultad en el momento del parto. Bueno, aquí ya me sentí un poco más como en casa, básicamente porque entramos a la consulta con hora y media de retraso. Es cierto que, siguiendo en su línea de practicidad, hay cosas que tienen estipuladas que te ahorran tiempo en la consulta (al llegar tienes un peso y una máquina para tomarte la tensión solita y apuntarla, y en el baño hay vasitos para muestra de orina y una ventanita que comunica con el laboratorio directamente para que la dejes ahí al terminar), pero hay otros detalles importantes que no me hicieron ninguna gracia. En primer lugar: yo entré con mi marido porque se lo permitieron en calidad de intérprete, pero si no, las mujeres van solas a todas las visitas médicas, y me parece que es excluirle de algo muy importante. En segundo lugar, y esto fue lo que más me molestó, aunque sí que está permitido que me acompañe en el momento del parto, en los días de ingreso (que aquí son 5) tiene horario de visita, de 11h a 20h, lo cual quiere decir que las 15h restantes estoy sola o, en el peor de los casos, acompañada de otras 3 puérperas y sus recién nacidos... Vamos, como os podréis imaginar, tocaba las castañuelas ante la noticia. Unido a que nos dieron otros tropecientos papeles con su pertinente explicación (o impertinente, porque creo que si nos das un plano donde está marcado con una flechita por donde tengo que ir a la consulta de dentro de 3 meses, tampoco hacía falta que dedicaras 5 minutos a darme indicaciones...) yo estaba ya entre nerviosa e histérica. Para terminar, dado que tienen overbooking, nos remitieron a una clínica privada para las consultas "ordinarias" y sólo iríamos al hospital para las importantes, así que, siguiendo nuestro turismo embaracil, a la siguiente visita fuimos a un tercer lugar.
  5. 03/12: Eco de la semana 12. Peso, tensión, orina, análisis de sangre y ecografía. Nada diferente a lo que ya estaba acostumbrada, sólo me sorprendió que me hicieron una prueba para descartar cáncer de útero y que, aunque no entendiera nada, me hablaban como si fuera una niña de 3 años: despaciiito, sonriendo cada dos palabras (vamos, le faltaba cogerme los mofletes y decir ¡ayyyy, mi chicaaa!). Todo bien, garbancito japonés está perfectamente
  6. 09/01: Eco semana 16: "Hola, buenos días, estás por encima de la media de aumento de peso para tus semanas de embarazo". ¡Oléééé! Primera buena noticia del año nuevo. No me han puesto a dieta porque no me he pasado mucho pero si me están comparando con las fideítas japonesas, no me extraña que yo engorde más. En fin, que los resultados de las analíticas estaban todos perfectos y baby niponés está perfecto, aunque es vergonzoso y no dejó que le viéramos la entrepierna. 
  7. 08/02: Doppler:
    Hoy hemos tenido la ecografía de las 20 semanas en el hospital -lo que en España conocemos como "la Doppler"- y no sé si reír o llorar. En cuanto a la ecografía en sí, todo fenomenal y nos han confirmado lo que nos dijeron en La Fe la semana pasada: todo va bien y la niña está perfectamente (¡Sí! Es una garbancita japonesa 😍). La cuestión es que el saludo de buenas tardes ha sido el mismo que el de la última vez: que he engordado demasiado. Sí, vale, ya me sé lo de que las tablas de peso no son iguales aquí que allí, pero vamos que parece que eso ellos no lo tienen en cuenta y se empeñan en valorarme a la asiática. La matrona de Valencia me dijo que no me preocupara y que ella no le da la más mínima importancia pero, los que me conocéis, sabéis que soy bastante temperamental y me ha tocado muchísimo la moral que el prefacio de la visita haya sido otra vez "el temita" y más teniendo en cuenta que como sano y en cantidades iguales o incluso inferiores a lo normal e intento hacer ejercicio a diario. Eso, unido al cansancio producido por la anemia, el jet lag y lo hormonal característico del embarazo, pues eso, mi cara de pocos amigos creo que también se entendía en japonés. 

    Algunos soléis hacerme preguntas o comentarios en plan: "En Japón la Ciencia y la Tecnología debe ser una pasada", "Seguro que allí es todo súper avanzado", "¿En los colegios hay robots?"... bueno, pues partiendo de que en las escuelas de estos lares el método sigue siendo pizarra y tiza y que a una amiga que también vive aquí, estando de visita en mi tierra natal y embarazada de 20 semanas, le acaban de dar la sorpresa de que lleva gemelas y en las revisiones de este hipermegaultrafuturista país ni lo habían visto, os podéis hacer una idea de que lo del progreso es un tanto relativo. Y comento esto por lo que decía de que no sé si reír o llorar: qué creéis que me ha propuesto la señora como plan para controlar mi aumento de peso, ¿algún secreto de la dieta japonesa?, ¿una tabla de ejercicios zen para embarazadas?, ¿un medicamento mágico nipón contra la obesidad gestacional?... ¡No! Y juro, ante notario si hace falta, que no es un chiste: tantos años de estudios y el súper consejo de sabiduría oriental que me ha dado la médico ha sido que me pese cada día, apunte el peso y ¡así adelgazaré! ¿Mande? Mi marido se ha reído en su cara pensando que estaba de guasa y, al ver que la otra se mantenía impasible, le ha pedido confirmación: ¿de verdad que por escribirlo en una hoja va a controlar el peso? (porque pesarme, ya me estaba pesando a diario y se lo habíamos dicho, y no ha puntualizado nada en plan "sí, así le ayuda a tenerlo presente y comer menos" ni nada de nada). Pues sí oye, parece que el movimiento de mano para escribir tres cifras y una coma, quema más calorías que caminar dos horas diarias, no sé...  Ya sabéis, dejaos de dietas y de gimnasios, ¡el secreto es hacerse escritor!

  8. 06/03: Revisión semana 24. ¿A ver si adivináis qué es lo primero que me ha dicho la matrona al entrar por la puerta? "Enhorabuena, veo que te has controlado el peso". Sí, no lo faltaba razón, desde la última revisión, había cogido menos de medio kg, pero eso lo sabía yo: según sus registros, había adelgazado 400gr. ¿El truco? En la doppler yo llevaba un suéter que pesaba, nada más y nada menos que 600gr y unos pantalones afelpaditos por dentro, vamos, que iba bien calentita y, para esta vez, me puse unas mallas del grosor de unas medias, y me quedé en camiseta para pesarme. Así que cuando me soltó la frasecita, le digo a mi marido: "Sí, sí, dile que eso y que hoy no llevo el jersey de 600 g", "¿No hace falta que se lo diga, verdad?" Vaya que no, las ganas que tenía de ver qué cara se le quedaba.Le resultó gracioso, pero a mí me quedaba la duda: ¿De verdad, estando embarazada de 6 meses, si pierdo casi medio kilo no te preocupas, no me preguntas si he estado enferma o algo? ¿Tal importante es el peso?
    En fin, voy a intentar dejar el tema del engorde a parte, porque al final me afecta. A lo importante: La nena está fenomenal, es movida como ella sola y, sin con solo 750gr de peso ya me mete esos patadones de futbolista, miedo me da los tres meses y medio que me quedan con ella dentro. Por otra parte, nos confirmaron la temible noticia de que mi marido no pondrá estar todo el tiempo conmigo porque hay horario de visitas, y a eso súmale que el ingreso aquí son 5 días y que puedo estar en habitación de 4 ¡Yuju!. El problema es que yo estaba concienciada de que, si eso era realmente así, nos íbamos a una privada y resulta que en las clínicas privadas tampoco dejan. No hay quien lo entienda, pero en vez de quejarme, voy a intentar respirar hondo y asumir que no me queda otra  y que voy a estar genial. La médico nos dijo que podemos hacer un escrito al Director del hospital (que, por supuesto, lo vamos a hacer), pero que sepamos de antemano que nunca se ha contestado afirmativamente a la solicitud. Por pedir que no sea que, como siempre dice mi padre: "El "no" ya lo tengo".
  9. 13/03: Test O'Sullivan. O, lo que es lo mismo, la prueba de la glucosa. Igualito que en España, salvo que aquí no tienes que venir en ayunas... Te dicen que no importa y que, en caso de que te la tengan que repetir haciéndote la curva larga, entonces ya sí que hay que ir con el estómago vacío. Como curiosidad, en lugar del jaraba naranja nuclear español, aquí te dan una botellita transparente, mucho más fácil de digerir para la mayoría, salvo en mi caso, que no llevo muy bien lo de las bebidas con gas...
  10. 10/04: Revisión semana 30. Realmente esta revisión me tocaba antes (como en la semana 28) pero estábamos en nuestra querida tierra de vacaciones, así que lo cambiamos. La glucosa en sangre salió bien, pero como en orina me sigue saliendo alta, me han dicho que si a la próxima continua así, me harán la prueba larga de la glucosa (3 horitas...qué ilusión) para ver qué pasa. Tengo una hipótesis, que podré comprobar en la siguiente revisión, y es que el azúcar que encontraron proviene directamente de dos barritas de chocolate que me plimplé la noche anterior😖. Mi hijo me preguntaba: "¿Mamá, por qué en el calendario el día 23 pone "¡AZÚCAR NO!" Ahora vosotros ya lo entendéis también😅.
  11. 24/04: Revisión semana 32. Pues nada, además de tener anemia, se ve que las pobres barritas de chocolate no tenían la culpa y me sigue saliendo alta la glucosa en orina, a pesar de que ayer estuve malita y prácticamente ni comí en todo el día. Según la médico, puede ser que el estrés del embarazo sea el causante (entonces tiene cierta lógica que salga alta...) y me han dicho de hacerme la prueba larga en sangre para descartar diabetes gestacional. No acabo de entender, si en sangre me salía bien y donde me sale alta es en orina, por qué me la repiten en sangre... Tengo que ir en ayunas, pero en España son más considerados porque te dicen que, desde la cena, no tomes nada, y te ponen la prueba a las 8h, aquí te dicen que desde las 21h no comas y la clínica no abre hasta las 10h...más luego las 3 horitas de prueba, ¡buf! Me entra hambre sólo de pensarlo.
  12. 26/04: Curva larga de la glucosa. Pues, además de ser la primera vez que me tienen que hacer la prueba estal, ¡es la primera vez que voy al médico solita! En previsión de que mucho intercambio verbal no iba a haber y dado que mi marido trabajaba fuera, me he lanzado a la piscina y he salido victoriosa. Las 2h de espera (que eran 3 pinchazos, pero no 3 horas) han sido fructíferas, porque me he llevado el portátil y he avanzado TFM, así que no ha sido pa tanto.
  13. 27/04. Recogida de pruebas. Pues nada oye, que está todo fenomenal. Ya me despido de la clínica, porque a partir de la siguiente revisión, ya me hacen el seguimiento en el hospital donde daré a luz.
  14. 16/05. Revisión semana 34. ¡Qué gusto! La matrona que nos ha atendido ha sido majísima (y no me ha reñido por el peso, que lo tengo controladísimo, y además comprobé con las cartillas de embarazo en España que estoy 3 kilos por debajo del peso que he tenido de estas semanas en el resto de gestaciones...) y la bebé está requetefenomenal, gordita y se mueve que parece una karateka en pleno combate. Además, nos han tratado estupendamente, resolviendo todas nuestras dudas y, salvo los "contras" que ya comenté la otra vez, todo han sido noticias positivas de cara al momento del parto: la sala es la misma para la dilatación y el parto y esa sí que es individual, tendré libertad de movimiento, salvo contraindicación médica no tengo que estar monitorizada, nada de oxitocina salvo que el parto se estanque o me lo tengan que inducir (el protocolo es el mismo que en España, si llego a la semana 41 y la niña no se decide, se encargarán ellos de meterle prisa con prostaglandina o con oxitocina), puedo llevarme mi música y tienen pelota de dilatación. Lo que más más más me sorprendió es que nos interrogaron sobre cómo íbamos a actuar de cara al momento del parto teniendo en cuenta que tenemos 4 hijos y mi marido trabaja. Después de preguntarnos todas las variables posibles, plantearon la más rebuscada: que me ponga de parto, estando sola en casa con todos, pero mi marido esté fuera y la cosa vaya tan rodada que no dé tiempo a que nadie venga a casa. "¿Qué haríais?" Y dice mi marido: "Llamaría al hospital y le mandaría un taxi a ella". "Muy bien", nos contesta, "y de los niños ni os preocupéis, los traéis aquí y ya nos encargaremos nosotros". ¡¡¡¿¿¿???!!! Me quedé de piedra y la verdad, siendo que ni me había planteado esa hipótesis, me dejó tranquilísima. Trasladando la situación a España, me imaginaba llegando a urgencias, de parto y con los cuatro, y el cuadro era digno de pintar.  
  15. 31/05. Revisión de la semana 37. Analíticas de rigor, muestra para ver si hay algún estreptococo por ahí pululando, eco y a casa. La semana que viene ya empiezo con monitores. Lo bueno, si breve, dos veces bueno (como me gustaría poder decir esta frase para describir mi parto...)
  16.  07/06. Monitores. Las analíticas han salido fenomenal. Me han dicho que iba a estar 20 minutos en monitores y me han tenido 45. Luego me han explicado que es que, aunque dentro de la franja de la normalidad, ha habido un pequeño momento en el que las pulsaciones de la bebé habían bajado de forma brusca. En ecografía han mirado que la circulación sanguínea estaba correcta pero, aún así, me han ofrecido pasar una noche en el hospital para descartar que haya ningún problema, pero que no era necesario. Al final, hemos decidido con ellos que los siguientes monitores, en lugar del próximo viernes, serán el lunes, y según vean, decidiremos. Por lo demás, todo muy similar a España, solo que en habitación individual y me daban un pulsador para que lo apretara cada vez que la bebé se moviera, que eso no me suena de otras veces. Me han dicho que estoy de 2cm, pero ya me sé que, siendo que no soy primeriza, es lo mismo que decirme que estoy más verde que una pera.



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