viernes, 31 de mayo de 2019

APRENDIENDO NIHONGO

Dicen que lo primero que se aprende de un idioma son los insultos pero, claro, si hablamos de Japón, el país de los buenos modales, de la cortesía y la amabilidad, es lógico que no sea así. Se me ocurrió, antes de mudarnos (y a qué mala hora), comentarles en plan gracioso a mis hijos que no se les ocurriera decir "vaca" aquí, porque significa "tonto". Jijiji, jajajaja, ay qué risa María Luisa, y luego me arrepentí, porque se pasaban el día haciendo la broma o, a cada persona española que viene a casa se lo cuentan. En fin, a lo hecho, pecho. Gracias a Dios, esa es la única palabrota que se saben.

He experimentado pequeños avances en la comunicación. Ya os conté lo curioso que me resultó aprender y ver en directo, que para señalarse a sí mismos, en lugar de poner el índice en el pecho, se tocan la punta de la nariz. Pues eso es solo una pequeña muestra del maravilloso mundo del lenguaje no verbal de esta gente que, entre otras cosas, me está facilitando comprender muchos de los emojis del Whatsapp. Y, para muestra, un botón:
  • Si hacen una equis con los brazo, que parece que te van a hacer una demostración ninja, quiere decir prohibido, que está mal: 🙅. En cambio, un círculo, pero no como hacemos nosotros de "ok" 👌con los deditos en chiquitín con finura y disimulo, sino en plan gigante exagerao alrededor de la cabeza, así: 🙆‍♀️ quiere decir correcto, bien. 
  • El típico gesto de llamar por teléfono, lo he visto hacer a la española: 🤙👂, y también en plan señora mayor con trompetilla a lo vintage: ✊👂.
  • Para decir que "no hay", "no tengo", mueven repetidamente la mano con la palma hacia abajo delante de la cara: lo mismito que hacemos nosotros cuando a uno le cantan los pies, vaya.

En mis quehaceres diarios, me ciño a intentar pillar palabras al vuelo que me den pistas sobre lo que me están diciendo: Bolsa de plástico, tarjeta de puntos, ticket del parking... y saber si tengo que responder "sí", "no", "no tengo", aunque soy consciente, por las caras que me ponen a veces, que lo mismo lo que contesto no tiene nada que ver con lo que me han preguntado.

Con esto del idioma, voy a pasitos de hormiga y aprendo más de los enanos que de los libros, porque con los primeros me comunico todos los días y los libros los abro poco, la verdad. Ya me sé que oshimai es "se acabó", porque me lo dice mi hija a modo "colorín colorado, este cuento se ha acabado", cuando termino de leerle por la noche. Matané es "hasta otra", que lo dicen en la guarde cuando nos vamos (os juro que me sonaba a "mátameee", a modo "mátame camión", porque lo dicen así en tono infantil y como muy cantarín, pero ya suponía yo que eso no podía ser).

Me parto, porque cuando empezaron a hablar niponés, lo que hacían era, por ejemplo, simular conversaciones entre  dos muñecos con las típicas frases que oían en el cole y en la guarde a diario. Haciendo la traducción más cercana que puedo, porque hay cosas intraducibles, les quedaba un diálogo de besugos tal que así (ponedle la voz que consideréis):
- Muñeco 1: Minnasan ohayou (Buenos días a todos)
- Muñeco 2: Shitsurei mashita (He molestado)
- M.1: Arigatou gozaimasu (Muchas gracias)
- M. 2: Korewa, nani? (¿Qué es esto?)
- M. 1: ¡Narande, kudasai! (¡Poneos en fila, por favor!)
- M. 2:  Koko ni oide (Ven aquí)
- M. 1: Gochisou sama deshita (Ha sido un señor banquete. Es lo que dicen al terminar de comer, vendría a ser el "Gracias a Dios, hemos comido un día más", que dice mi padre.)

La question is que mis hijos están lanzándose a charrar en japonés en casa con más frecuencia, lo cuál me parece fenomenal y me hace mucha ilusión, pero tiene el contra de que estoy empezando a necesitar traductor en determinados momentos cuando se dirigen a mí y me sueltan alguna niponada, a veces sin darse ni cuenta.

Me resulta súper gracioso y sorprendente la cantidad infinita de onomatopeyas que existen. En español, utilizamos este tipo de palabras sobre todo para ruidos de animales u objetos (léase: guau guau, para el ladrido, tic-tac para el reloj, chuf chuf para el chufchuf...) pero aquí, algunas no se parecen en nada a la versión original, y otras se refieren a situaciones o elementos que no producen sonido. Descripción gráfica o, como diría Goyo Jiménez, no lo digo, lo hago: Ayer por la mañana, estoy haciendo arroz al horno y se acerca mi mediano, que no había ido al cole porque estaba malito: "Mmmm!(onomatopeya española), kun kun". Le miro, me mira, sonríe y se va 🤷‍♀️. Aparece mi marido por detrás riéndose y me dice: "Kun, kun es la onomatopeya para oler". Jolín, "snif, snif" aún tiene algo de parecido, pero kun kun... Otro ejemplo práctico, de anteayer: Mi chica mayor, 4 años, se queda observándome y me dice: "Mamá, esos pendientes son guru guru." 🤨 No tiene nada que ver con la espiritualidad oriental, guru guru, es la onomatopeya de una espiral (o de girar, rodar...) y tenía toda la razón del mundo la niña, mis pendientes eran guru guru total.

Kira kira es la que usan para brillar, sube sube para las cosas suaves, giza giza para las rasposas... Lo dicho, hay cientos. Les mola mucho lo de los sonidos repetidos, por ejemplo, en estas fechas es muy común el Teru teru bouzu, unos muñequitos hechos de tela (yo creía que eran fantasmitas, pero nada que ver) que se cuelgan de las ventanas para que traigan el buen tiempo. Hace un par de semanas en clase de mi segundo los pusieron, porque tenían excursión al día siguiente y había previsión de lluvia -como casi todos los días en estas fechas- y oye, la misma efectividad que ofrecer huevos a Santa Clara... en resumen, que ya se irán el día 6 si San Isidro Labrador quita el agua y trae el sol.





No hay comentarios:

Publicar un comentario